Domina la gestión de tu backlog
La gestión eficaz del backlog es una habilidad crucial para cualquier Product Manager.
Es el corazón de la planificación del producto, donde las ideas se transforman en realidad y las prioridades toman forma. Sin embargo, mantener un backlog organizado y útil puede ser un desafío, especialmente cuando se enfrenta a una avalancha constante de ideas, solicitudes y tareas.
El principio "Stop Starting, Start Finishing" es fundamental en la gestión del backlog. Este enfoque nos recuerda que la productividad real no se mide por cuántas tareas iniciamos, sino por cuántas completamos. Como Product Managers, debemos resistir la tentación de acumular una larga lista de elementos "en progreso" y, en su lugar, enfocarnos en llevar las tareas más importantes a su conclusión.
Una distinción clave en la gestión del backlog es la diferenciación entre tareas e ideas. Las tareas son elementos accionables y bien definidos que están listos para ser trabajados. Las ideas, por otro lado, son conceptos más amplios que aún necesitan refinamiento y validación. Es útil mantener estas dos categorías separadas en el backlog:
1. Tareas:
- Deben ser específicas, medibles y realizables.
- Incluyen criterios de aceptación claros.
- Están listas para ser asignadas al equipo de desarrollo.
2. Ideas:
- Son más amplias y menos definidas.
- Requieren investigación adicional o validación con los usuarios.
- Se mantienen en una sección separada del backlog para revisión periódica.
En cuanto a los bugs, es generalmente recomendable registrarlos en un sistema separado. Esto permite un seguimiento más efectivo y evita que el backlog principal se sobrecargue con problemas técnicos. Sin embargo, los bugs críticos que afectan significativamente la experiencia del usuario o la funcionalidad del producto pueden y deben incluirse en el backlog principal para asegurar su priorización adecuada.
El número máximo de tareas en un backlog bien gestionado puede variar según el tamaño y la velocidad del equipo, pero una regla general es mantener entre 2 y 3 sprints de trabajo detallado. Esto generalmente se traduce en entre 20 y 50 tareas bien definidas. Más allá de este punto, las tareas deben mantenerse a un nivel más alto de abstracción.
El nivel de detalle de las tareas en el backlog debe seguir un patrón de "horizonte móvil":
1. Próximo sprint: Tareas completamente detalladas con criterios de aceptación claros.
2. Segundo sprint: Tareas con un nivel medio de detalle, suficiente para estimar pero aún flexibles.
3. Tercer sprint en adelante: Elementos de alto nivel que representan objetivos o características generales.
En cuanto a la planificación a futuro, la mayoría de los Product Managers encuentran útil tener una visión clara de los próximos 3 a 6 meses. Sin embargo, es crucial mantener la flexibilidad. El mundo del desarrollo de productos es dinámico, y las prioridades pueden cambiar rápidamente en respuesta a las necesidades del mercado o del negocio.
La revisión y refinamiento regular del backlog es esencial. Programar sesiones semanales o bisemanales de "grooming" del backlog con el equipo de desarrollo puede ayudar a mantener las tareas actualizadas y relevantes. Durante estas sesiones, se pueden detallar las tareas próximas, eliminar elementos obsoletos y asegurar que el backlog refleje las prioridades actuales del producto.
Es importante recordar que el backlog no es un documento estático, sino una herramienta viva que evoluciona con el producto. Debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a nuevas informaciones y prioridades cambiantes, pero lo suficientemente estructurado para proporcionar una dirección clara al equipo.
Finalmente, la comunicación es clave en la gestión del backlog. Asegúrate de que todos los stakeholders relevantes tengan visibilidad sobre las prioridades actuales y los próximos elementos en el backlog. Esto no solo ayuda a alinear expectativas, sino que también puede generar valiosos inputs y feedback.
En conclusión, un backlog bien gestionado es una poderosa herramienta para guiar el desarrollo del producto. Al adoptar el principio de "Stop Starting, Start Finishing", diferenciar claramente entre tareas e ideas, mantener un horizonte de planificación adecuado y comunicar efectivamente las prioridades, los Product Managers pueden asegurar que su backlog sea un activo valioso en la creación de productos exitosos.