La hogera de las vanidades del desarrollo de producto: Vanity metrics VS. Actionable metrics
Las métricas en el desarrollo de productos digitales han evolucionado significativamente desde los primeros días de la web.
En este viaje, dos conceptos han emergido como fundamentales para entender el verdadero impacto de nuestros productos: las vanity metrics y las actionable metrics. Estos términos, popularizados por Eric Ries en su influyente libro "The Lean Startup", han transformado la manera en que los equipos de producto miden y evalúan el éxito.
Las vanity metrics, como su nombre sugiere, son aquellas que pueden hacer que un producto o empresa parezca exitoso en la superficie, pero que en realidad ofrecen poca información útil para la toma de decisiones estratégicas. Estas métricas suelen ser números grandes y aparentemente impresionantes que crecen con el tiempo, pero que no necesariamente se correlacionan con el éxito real del negocio o la satisfacción del usuario.
Por otro lado, las actionable metrics son aquellas que proporcionan información clara y procesable, permitiendo a los equipos tomar decisiones informadas sobre el desarrollo del producto. Estas métricas están directamente vinculadas a los comportamientos de los usuarios que conducen al crecimiento sostenible y al éxito del negocio.
El origen de esta distinción se remonta a la necesidad de los emprendedores y equipos de producto de entender realmente qué estaba funcionando en sus productos y por qué. En la era de las startups tecnológicas, donde el crecimiento rápido y la escalabilidad son cruciales, se hizo evidente que no todas las métricas eran igualmente valiosas para guiar las decisiones de producto.
Un ejemplo clásico de vanity metric es el número total de registros de usuarios. Aunque puede ser emocionante ver este número crecer, no nos dice nada sobre cuántos de estos usuarios están realmente comprometidos con el producto o generando valor para el negocio. En contraste, una actionable metric relacionada podría ser el número de usuarios activos diarios o la tasa de retención de usuarios después de 30 días. Estas métricas nos dan una imagen más clara de la salud real del producto y su capacidad para retener y satisfacer a los usuarios.
Otro ejemplo ilustrativo se puede encontrar en el comercio electrónico. Una vanity metric común es el número total de visitas a la página web. Si bien es agradable ver un tráfico alto, esto no se traduce necesariamente en ventas o ingresos. Una actionable metric más útil sería la tasa de conversión, que mide el porcentaje de visitantes que realmente realizan una compra. Esta métrica no solo indica el rendimiento real del sitio en términos de generación de ingresos, sino que también puede guiar decisiones específicas sobre diseño de UX, estrategias de marketing y optimización del embudo de ventas.
En el mundo de las aplicaciones móviles, el número total de descargas a menudo se presenta como un indicador de éxito. Sin embargo, esta es otra vanity metric clásica. Una aplicación puede tener millones de descargas, pero si la mayoría de los usuarios la abandonan después de un solo uso, su impacto real es limitado. En su lugar, métricas como el engagement diario, la retención a largo plazo o el valor de vida del cliente (Life Time Value) proporcionan una imagen mucho más precisa del éxito de la aplicación y pueden informar decisiones sobre funcionalidades, diseño de la experiencia del usuario y estrategias de monetización.
Los equipos de producto efectivos han aprendido a centrarse en actionable metrics que se alinean directamente con sus objetivos de negocio y las necesidades de los usuarios. Por ejemplo, un equipo trabajando en una plataforma de aprendizaje en línea podría enfocarse en métricas como la tasa de finalización de cursos, el tiempo promedio dedicado al estudio diario, o el porcentaje de usuarios que regresan para un segundo curso. Estas métricas no solo indican el éxito del producto en términos de engagement y retención, sino que también pueden guiar decisiones sobre el diseño del contenido, la estructura de los cursos y las características de motivación del usuario.
Es importante destacar que la distinción entre vanity metrics y actionable metrics no siempre es blanco y negro. El contexto es crucial. Una métrica que es "vanity" para un producto o etapa de crecimiento puede ser "actionable" para otro. La clave está en entender profundamente los objetivos del negocio, el comportamiento del usuario y cómo las diferentes métricas se relacionan con el valor real generado por el producto.
En última instancia, el cambio hacia actionable metrics representa un cambio más amplio en la mentalidad del desarrollo de productos. Se trata de alejarse de la búsqueda de números impresionantes por sí solos y acercarse a una comprensión profunda y matizada de cómo los usuarios interactúan con el producto y qué valor obtienen de él. Este enfoque no solo conduce a mejores decisiones de producto, sino que también fomenta una cultura de aprendizaje continuo y mejora basada en datos reales y significativos.
A medida que la industria tecnológica continúa evolucionando, la importancia de distinguir entre vanity metrics y actionable metrics solo aumentará. Los equipos de producto que dominen el arte de identificar y actuar sobre las métricas correctas estarán mejor posicionados para crear productos que no solo parezcan exitosos en la superficie, sino que realmente generen valor significativo para sus usuarios y para el negocio en general.