Si tu me dices ven ..
Siempre he pensado que escribir un post sobre mis cambios de puesto de trabajo es un ejercicio un poco estéril ya que a la mayoría de la…
Yo nunca me he caracterizado por ser una persona especialmente fiel a mis empleadores, cualquiera que pase por mi perfil puede ser testigo de ello. El trabajo es trabajo y si fuera rico no trabajaría y me dedicaría muy felizmente a mis labores. Esto no quiere decir que no haya disfrutado en todas las empresas en las que he trabajado y haya hecho muchos amigos que aún conservo. Siempre me he sentido un privilegiado por haber podido convertirme en Product Manager en una empresa como Tuenti, o por haber visto pivotar con éxito una startup como Jobandtalent o de flipar viendo cómo funciona una bestia como Amazon. El trabajo es trabajo, por supuesto, pero poder hacerlo en empresas como estas ha sido algo que me hace sentirme muy afortunado cada vez que lo pienso, por los lugares y por las personas con las que he compartido esos lugares.
Hace 5 años siguiendo mi dinámica de cambios de empleo periódicos, acabé en Mercadona Tech como Chief Product Officer (CPO), algo que en su momento vi como una oportunidad brutal que no podía dejar escapar. El trabajo difícil, que era montar una empresa de éxito con un modelo de negocio viable y rentable, ya estaba hecho, por lo que solo había que construir un producto tecnológico medio decente para poder petarlo a base de vender hummus, lechugas y crema de cacahuete, cosas que ya se vendían ellas solitas sin ayuda de una panda techies con ínfulas.
Mi plan era sencillo, me voy a Mercadona, estoy un par de añitos, le pongo fotos a la web de mierda que tenía la empresa y otra muesca a la culata para seguir teniendo acceso a proyectos chulos y bien pagados en empresas molonas. Pero como decía John Lennon la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes y me encontré con una empresa y un equipo que para mí lo cambió todo. Una empresa con un modelo de esos que cuando lo entiendes y lo asimilas te lleva como profesional al siguiente nivel y un equipo liderado por Juana Roig Herrero capaz de sacar lo mejor del modelo de Mercadona y del modelo de trabajo de una startup para construir algo que para mi es único en su especie, un corporate brick&mortar con todo el músculo de un negocio enorme y a la vez la agilidad, velocidad, ligereza y cultura de una startup. Yo estoy seguro que lo que ha hecho Juana aquí se estudiará en las escuelas de negocio dentro de unos años y para mí es un caso de éxito con pocos precedentes.
Tener el privilegio de poner mi granito de arena a lo que hoy es Mercadona Tech y de verlo nacer desde sus inicios hizo que aquello dejara de ser un trabajo para mí y pasara a ser mi casa, mi startup. Muestra de ello han sido los 4 años y pico de ir y venir de Valencia todas las semanas, pasando 5 días a la semana separado de mi familia y de mi santa mujer que mucho me tiene que querer para aguantar semejante tirón.
Todo ese tiempo pasó su factura y hace 6 meses pese a los esfuerzos que hizo la empresa para que pudiera conciliar decidí cambiar de empresa, con todo el dolor de mi corazón que ya hace tiempo que no es rojo sino verde. Tuve la inmensa suerte de poder incorporarme a McKinsey, la Firma, como Associate Partner y allí he pasado 6 meses donde no he dejado de aprender un solo día. McKinsey es La Firma de consultoría estratégica por excelencia y allí se puede encontrar un volumen de talento por metro cuadrado que es una absoluta locura. Es un sitio perfecto para sentirse constantemente el más tonto del lugar y con unas posibilidades de aprendizaje que son una pasada. Además es un entorno colaborativo y con un espíritu emprendedor que yo no creía posible en una compañía tan grande. Habría pasado allí muchos años feliz y contento pues es un gran sitio no solo para pasar por él sino también para quedarse. Pero como comentaba más arriba Mercadona es casa. Mi sangre y mi corazón son verdes y cuando se materializó el proyecto de abrir un Tech Hub de Mercadona Tech en Madrid yo tenía que estar ahí. Por que cuando desde casa te dicen ven, haces como la canción y lo dejas todo.
Dejo grandes amigos en McKinsey y no sé como transmitirles mi gratitud por la confianza y los aprendizajes de estos meses, si alguno de mis queridos McKinseys leeis esto solo puedo decir GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS.
Vuelvo a Mercadona no solo a una nueva localización sino a un nuevo rol, Chief PEOPLE Officer (CPO), el acrónimo se mantiene pero cambio la P de Product por la de People. Para mí es una oportunidad increíble poder asumir este rol en una empresa como Mercadona de la cual se puede decir con mucho orgullo que tiene al trabajador como una parte central de su modelo de empresa. Mercadona Tech ya tiene un equipo sólido pero el objetivo es llevarlo a una nueva escala y crear un equipo tech de referencia que permita a la compañía situar a la tecnología en el core del negocio tradicional para llevarlo a nuevas cotas. Así que me uno al esfuerzo de escalar el equipo técnico de Mercadona Tech con mucha ilusión, no solo porque sea un proyecto chulo, ni porque tenga impacto en millones de personas, ni porque me permita seguir creciendo y ser mejor profesional cada día, sino sobre todo porque es mi casa y uno en su casa hace todo lo que esté en su mano para sacarla adelante, ya sea producto, negocio, estrategia o gestión de talento.
Y este es el racional detrás de esta decisión, lo mismo si has llegado hasta aquí te parece todo una gilipollez, pero bueno es mi gilipollez :-)
Tenemos mucho camino por recorrer en esta nueva etapa, crecer el equipo en Valencia y montar el equipo de Madrid va a ser un viaje tan bueno como el que hemos hecho durante estos último 5 años, donde hemos acabado sirviendo más de 2,5 millones de pedidos al año, si quieres puedes hacerlo con nosotros WE ARE HIRING ;-), lo mismo Mercadona Tech también termina siendo tu casa.